
Enseñar a orar a un niño es ponerlo en contacto con Dios. Es enseñarle a ser agradecido, a valorar las pequeñas bendiciones diarias, y a comprender que existe un ser supremo que estará siempre con el o ella, a lo largo de su vida, cuidándolo y protegiéndolo junto con mami.
Enseñarle a orar a un niño es darle una de las más importantes lecciones que podrá aprender en su vida...
Ángel de la guarda
mi dulce compañía
no me desampares
ni de noche ni de día
Las horas que pasan
las horas del día
si tu estás conmigo
serán de alegría
No me dejes nunca
se todo mi guía
ángel de mi guarda
mi dulce compañía




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